xoves, 26 de novembro de 2009

La potencia de Cerdà


Una amplia exposición revisa la historia del Eixample

CATALINA SERRA - El País - 25/11/2009

El acceso es gratuito, pero sólo estará dos meses, hasta el 21 de enero, por lo que si alguien está interesado en ver una buena exposición sobre Cerdà y el Eixample, será mejor que no se duerma. Una sola visita, además, sabe a poco ya que el montaje, por otra parte muy didáctico, incluye 170 planos originales (se han invertido 60.000 euros en la restauración de algunos), 50 maquetas (la mayoría realizadas ex profeso), 180 reproducciones fotográficas y 100 paneles explicativos. En fin, es entretenida.

Cerdà, 150 anys de modernitat se inauguró anoche en la Sala Comillas del Museo Marítimo. Se plantea como un homenaje al ingeniero y urbanista que diseñó el plan del Eixample hace ahora 150 años y, aunque lo allí expuesto provoca no pocas preguntas respecto al presente y el futuro de la ciudad, lo cierto es que el foco está en el pasado, en cómo se organizaron y diseñaron los distintos elementos que configuran esta ciudad, desde las viviendas a las alcantarillas, y la manera en que ha ido evolucionando a lo largo de los años.

Hay cosas realmente sorprendentes y novedosas. La que más, sin duda, es la maqueta y las imágenes publicadas en revistas de la época sobre el rascacielos de 120 metros que se proyectaba erigir en plena plaza de Catalunya, donde ahora está la FNAC. Uno de sus arquitectos, John Mead Howells, ganó pocos años más tarde el concurso del Chicago Tribune para erigir la torre neógotica que es uno de los hitos de Chicago. Fernando Marzà, comisario de la exposición con Francesc Magrinyà, encontró el proyecto en una revista y no paró hasta conseguir los planos que le permitieran hacer una maqueta de cómo podría haber sido.

También es curiosa la demostración que se hace en la exposición, a través de maqueta, de cómo en las intersecciones del Eixample cabría incluso el Panteón de Roma. Es una manera de decir que la potencia del Eixample sería mayor si se redujera el tráfico en algunos puntos y se utilizaran algunas de estas intersecciones como plaza pública. "La Barcelona de las mil plazas", explica Magrinyà, que explica que el ingeniero había estudiado y diseñado diferentes posibilidades de utilizar los chaflanes más allá del coche.

El objetivo de la exposición es también "derrumbar algunos mitos" sobre el Eixample, por ejemplo el de que las casas son ahora más profundas. Cerdà ya preveía en su plan un máximo de 28 metros, que se ha mantenido estos 150 años.

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