mércores, 27 de outubro de 2010

Un año en el altiplano

JOSÉ LUIS DE JUAN 
BABELIA - 09-10-2010
Conocíamos a través de los libros de Graves, Jünger y Remarque el estupor y la estupidez de la Gran Guerra. Ahora nos llega otro testimonio menos conocido escrito por un italiano que luchó en el norte de Italia contra los austriacos. Emilio Lussu (1890-1975), nacido en un pueblo de Cerdeña y muerto en Roma, fue teniente y luego capitán de la Brigada Sassari. En 1937 escribió esta crónica novelada de un año en los montes de Asiago, en la región de Véneto. El inicio resulta un tanto frío, cargado de memoria y cierta exactitud militar, pero la prosa es ágil y precisa. Pronto entramos con naturalidad en un delirante pero inevitable mundo de trincheras y miseria bélica, apreciando cada frase de Lussu, sea descriptiva o de reflexión. El sardo no tardará en engancharnos con su lúcida ligereza, con su esfuerzo por "evocar la guerra tal como la vivimos realmente", la mayoría bañados en coñac, juzgando sólo desde "las ideas y los sentimientos de entonces". Un humor grave tiñe esta obra de verdad. Lussu sabe dosificar las anécdotas y construir sólidamente los personajes, sean jefes, oficiales como él o simples soldados. Sabe desaparecer, como no logran Graves ni Jünger, en el mismo cuerpo vivo de la narración. Y ante todo sabe mantener el interés, dejarnos en vilo, como si la guerra todavía no hubiese acabado. Mediado el libro el lector deseará que dure mucho, porque la vida que hay en él (desde la caricatura de los generales hasta la ingenua sombra del amor) tiene una dimensión clásica, perenne. Un raro libro para releer.

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