sábado, 10 de novembro de 2012

“El reto es lograr que haya políticos latinos”


El primer día de clase en su nueva escuela, un niño se acercó a Sylvia Mendez y le dijo: “Tú eres mexicana, no puedes estar aquí”. Pero aquel niño no tenía razón. Tras dos años de lucha en los tribunales, los padres de Mendez —nacida en Estados Unidos de padre mexicano y madre puertorriqueña— habían conseguido que su hija de 10 años pudiera asistir a una escuela de blancos. Hoy el caso Mendez vs. Westminter (1946) se considera un hito en la larga lucha contra las leyes de segregación.
Era una época en la que “había escuelas solo para los mexicanos”. “No podíamos ir a bañarnos a las piscinas públicas hasta que el agua estaba sucia, y no se nos permitía comprar en los barrios para blancos”, recuerda Mendez a sus 76 años en un hotel de la capital mexicana. Ha viajado al país de su padre para recoger el Premio por la Igualdad y la No Discriminación que otorga el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) de México. El caso de Mendez y su familia no es tan conocido como el de Brown contra el Comité de Educación (1954), que supuso el fin de la segregación en todas las escuelas del país, pero es un pedazo de la historia que su protagonista quiere salvar del olvido. “En California, más de dos tercios de los niños son de origen latino. Tienen que saber lo que costó que pudieran estudiar para que no lo abandonen”, asegura.
En estos años ha conseguido que dos escuelas en California lleven el nombre de sus padres, Gonzalo y Felicitas Mendez. “Pero seguiremos trabajando para que se enseñe en los libros de texto”. Lo dice con un punto de indignación y de amargura, porque una vez estuvo a punto de conseguir que su caso se incluyera obligatoriamente en los temarios. Solo hubo un problema: el entonces gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, vetó la iniciativa.
Lo cuenta en una mezcla de idiomas, porque en ocasiones Mendez no encuentra las palabras en castellano. “A mí no me dejaban hablar español en la escuela y ahora los latinos muchas veces se avergüenzan de su idioma en EE UU”. A pesar de que ya no hay leyes que separan, Sylvia Mendez defiende que “ahora estamos segregados por el dinero”. “Hay escuelas en California que son 100% de niños latinos de los barrios más pobres. El reto es conseguir que haya latinos ingenieros, médicos, astronautas. Pero sobre todo políticos, que son los que hacen las leyes”.
El reconocimiento que ha recibido en México se suma a la Medalla de la Libertad que el año pasado le entregó en persona Barack Obama. La activista habla con verdadera fe sobre las ventajas de que Obama sea reelegido presidente y por eso lo ha apoyado en esta campaña: “Ya ha hecho cosas importantes para los inmigrantes, como dar permisos de residencia y visados de trabajo a los menores que no tenían papeles y que llevaban toda su vida en el país. Ellos ni siquiera sabían que no eran estadounidenses y que sus padres los trajeron de manera irregular”.
Después de aquel primer día en la escuela de blancos, Mendez volvió llorando a su casa y le dijo a su madre que no quería ir más al colegio. “Me dijo que yo era igualita que ellos y que tenía que seguir yendo. Y todavía tengo amigos de entonces”.

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