xoves, 31 de outubro de 2013

Desvelan los archivos íntegros de la fotógrafa y modelo Lee Miller, "la mujer más bella del siglo XX"


El libro 'Lee Miller in Fashion' es la primera antología completa de las fotos de moda que hizo y para las que posó uno de los iconos de la primera mitad del siglo.
Miller tenía la "intangible cualidad de lo chic" y fue el arquetipo de las mujeres liberadas y con hambre de experiencias de su época, pero su vida fue trágica.
Tras ser una de las modelos más cotizadas se empeñó en hacer fotos en la II Guerra Mundial: fue la primera en entrar en algunos campos de concentración.
ÁNXEL GROVE. 09.10.2013 – 20 minutos.es
Autorretrato en 1932
Al tratarse de "la mujer más bella del siglo XX", su trabajo quedó en ocasiones sombreado por la luminosa presencia de su físico, sostienen las biografías de  Lee Miller (1907-1977). Una nueva monografía desvela una gran cantidad de fotografías inéditas que permanecían sin clasificar en su archivo personal y la sitúan como una renovadora que no necesitaba de su belleza como modelo para brillar como artista.
Lee Miller in Fashion (Lee Miller en la moda), escrito por la historiadora Becky E. Conekin y editado por Thames & Hudson, aisla y analiza el trabajo relacionado con la moda que la artista desarrolló entre las décadas de 1920 y 1950 en Nueva York, París y Londres, ciudades en las que trabajó como modelo pero también como fotógrafa, y lo separa de sus otras aventuras: la relación de musa, amante y ayudante de Man Ray entre 1929 y 1932 y las fotografías que Miller hizo como reportera durante la II Guerra Mundial, cuando fue la primera fotoperiodista en entrar en los campos de concentración de Dachau y Buchenwald y se retrató bañándose en la bañera de Adolf Hitler.
"Trabajos sin interés"
Gran parte de las fotos son inéditas, porque Miller, que murió en una granja inglesa en la que residió en un elegante retiro durante las últimas décadas de su vida, se había negado a distribuirlas o mostrarlas. Decía que se trataba de trabajos "sin interés" o que los negativos habían sido destruidos por la guerra. Su rechazo por el pasado era radical y no admitía brechas. En marzo de 1927 apareció en la portada de Vogue como arquetipo de las 'flappers'.
Anthony Penrose, hijo de la fotógrafa-modelo y el crítico de arte Robert Penrose, logró recuperar centenares de negativos y copias originales de las oficinas inglesas de la revista Vogue, con la que Miller trabajó durante toda su carrera tras debutar en una mítica portada de marzo de 1927, en la que aparece como modelo de un dibujo que sintetizaba el espíritu de las flappers de los años veiente: mujeres liberadas y con hambre y ganas de vivir. Para los editores de la publicación Miller tenía la "intangible cualidad de lo chic".
Violada a los ocho años
Tras las fotos que hacía o para las que posaba, de una elegancia extrema y una sensualidad silenciada pero muy patente, había una vida trágica. Cuando tenía ocho años un amigo de su familia la violó y le transmitió una enfermedad sexual que tardó años en curar, un trauma que el tiempo no consiguió mitigar y que quizá explique el carácter dominante y duro del que se quejaban quienes trabajaban a sus órdenes.
En 1928 fue la primera mujer en aparecer en un anuncio de tampones Miller fue la primera mujer en aparecer, en 1928, en una foto tomada por el maestro Edward Steichen, en un anuncio de tampones. La menstruación femenina era un tabú que nunca se había citado en los medios de comunicación y Miller fue atacada y condenada al ostracismo.
Amiga de Picasso, Ernst, Le Corbusier...
Al año siguiente decidió irse a vivir a París y allí se introdujo en los círculos de la vanguardia. Fue amiga de Picasso, Dora Maar, Max Ernst, Alexander Calder y Le Corbusier. La autora de Lee Miller in Fashion reproduce en el libro el testimonio sobre Miller del fotógrafo David E. Scherman, que fue novio y compañero de la reportera durante la guerra. Miller, decía, "era lo más parecido a una mujer del renacimiento que viviera en el siglo XX".

Un rojo sinónimo de esperanza


Tres historiadores recogen en un libro las experiencias y la resistencia del socialismo vasco contra el franquismo.
'Rojo esperanza' muestra las aportaciones de la cultura progresista al retorno de las libertades a Euskadi.
Eduardo Azumendi 08/10/2013 - 21:13h eldiario.es

"En la Guerra Civil ser socialista significaba luchar por una causa colectiva que tenía sentido mucho más allá de la adscripción electoral: era una opción identitaria e ideológica que exigía de cada persona un sacrificio por los ideales compartidos". La cita corresponde al libro 'Rojo esperanza, los socialistas vascos contra el franquismo' escrito por los historiadores Carlos Carnicero, María Losada y Raúl López y que trata de mostrar "las importantes aportaciones de la cultura progresista democrática al retorno de las libertades a Euskadi".
Editado por Mario Onaindia Fundazioa en colaboración con la Fundación Sancho el Sabio, el trabajo recorre los 40 años de la 'larga noche' de la dictadura y da a conocer mediante archivos y, sobre todo, testimonios orales, como sobrevivió la memoria y la actividad política del socialismo democrático durante aquella etapa. "Esperemos que este libro sirva para comprender mejor nuestro pasado reciente y que, de algún modo, todavía llegue pronto para ayudarnos a hacer futuro", confían los historiadores
"Aquellos hombres y mujeres socialistas" destaca Esozi Leturiondo, viuda de Mario Onaindia y presidenta de la Fundación, "lucharon de manera desinteresada por la libertad y la democracia desde el anonimato y con la esperanza de conocer un nuevo amanecer de libertad". Carlos Carnicero, uno de los tres autores, rechaza entrar en comparaciones de los socialistas que lucharon contra la dictadira con el actual partido. "Mi estudio tiene muy claro el periodo histórico que abarca: los 40 años de la dictadura. Ni más ni menos. ¿Si el actual PSE es justo herededo de aquellos socialistas? ¿Si se le puede aplicar el 'Rojo esperanza' ahora? Tendrá que ser el lector el que saque sus propias conclusiones tras leer el libro".
Varias siglas
En este punto, Antonio Rivera, historiador, colaborador de El Diario Norte y coordinador del trabajo, puntualiza que "no hay que caer en la tentación de juzgar el presente en relación al pasado. Cada momento tiene sus circunstancias, durante el franquismo se jugaba el ser o no ser, la vida o la muerte. Hoy estamos inslados en una confortable seguridad, a pesar de la grave crisis. No es posible juzgar a los partidos actuales de la misma manera".
Bajo la dictadura franquista, el socialismo vascos no estuvo representado solo en una sigla concreta. "Integro una cultura progresista amplia, que eclosionó en toda su diversidad durante los años de la Transición. Esa cultura, integrada por partidos, sindicatos, asociaciones vecinales, fábricas y grupos eclesiásticos, contribuyó de una manera muy importante al retorno de la libertad. Evidentemente, también tuvieron sus límites y contradicciones". Aquel socialismo se caracterizó, según los autores, por su obrerismo, su laicismo y por defender los derechos civiles frente a la violencia política y las dictaduras de cualquier signo.
Aquella pluralidad de sensibilidades que formó el socialismo vasco aún se puede percibir hoy, aunque de forma más tibia, en el propio PSE: tres velocidades diferentes correspondientes a cada uno de los tres territorios históricos.

“La repugnante raza judía”


El historiador José María García Márquez muestra en este artículo el odio y persecución de los franquistas españoles hacia los judíos. Pero en 1944, con las tropas aliadas en Normandía y Roma, los franquistas, aliados de Hitler, se vieron "con el agua al cuello"
JOSÉ MARÍA GARCÍA MÁRQUEZ / Sevilla / 8 Oct 2013 andaluces.es
La frase no es mía, desde luego. Hay que educar al pueblo que lo ha envenenado la repugnante raza judía con sus riquezas. El que así se expresaba en una de sus charlas por la radio era el ex general Queipo de Llano. Normal, dirán ustedes, después de las bestialidades que llegó a pronunciar este individuo. Eso ocurría en 1936. Pues bien, cuando pasaron unos años, este hermano honorario de la Macarena, y otros sujetos como él, cambió por completo su lenguaje y dejó de meterse con los judíos. Desde mediados de 1944 todo empezó a cambiar y se sustituyeron los adjetivos que se utilizaban para referirse a ellos. Y no era complicado conocer el por qué de ese radical cambio de actitud: los aliados habían entrado en Roma y habían desembarcado en Normandía, los alemanes estaban recibiendo su propia medicina en el frente del este y todos, menos algunos fanáticos, sabían ya que la guerra estaba perdida para Hitler y sus aliados. Entre estos estaba la dictadura de Franco y, lógicamente, fueron muchos los que se vieron con la soga al cuello si las cosas cambiaban en España.
Pero antes de que esto ocurriera, hubo barra libre para el insulto, la difamación, la burla y la persecución de los judíos sin cortapisas de ninguna clase. Y eso que en este país, como decía el ministro fascista (¡de Justicia!), Eduardo Aunós, los Reyes Católicos ahorraron  tener que tomar medidas contra los judíos gracias a su expulsión. Pero, ojo, decía este iluminado: nos hallamos lejos de poder decir que en España no existan infiltraciones semitas en el sentido de influencia moral, porque hasta la decadencia española se explica en parte por la supervivencia más o menos larvada de estigmas hebreos. Hasta la crítica a la labor de la dictadura y la desconfianza hacia los que gobernaban la entendía este hombre como otros tantos vicios de origen semita que es preciso raer sin contemplaciones ni debilidades. Y, como Aunós, fueron muchos los que se montaron en el carro de la difamación a los judíos y que alentaron abiertamente su persecución. Y así ocurrió desde los primeros días del golpe militar. En Melilla, por ejemplo, faltó tiempo para que en un conocido café del centro de la ciudad los veladores tuvieran encima un cartelito que decía: “Prohibido sentarse a judíos y alimañas de otras especies”.
El ABC de Sevilla, ese diario que algunos llaman “conservador”, pero que en el verano de 1936 era fascismo puro, ya el 24 de julio hizo su proclama para el día de Santiago llamando abiertamente a la muerte de los judíos para: salvar a la Patria de que caiga en las garras de la anti-España, constituida por la banca judía […] luchemos para formar un solo frente nacional contra los judíos y las logias de masones. […] Muera la canalla judía internacional, que sólo desea la ruina de nuestra querida España para apoderarse de sus riquezas. […] Muera esa Prensa miserable de la izquierda, que protegida con dinero de los judíos durante muchos años ha venido sembrando odios profundos.
El llamado “almirante” Francisco Bastarreche (que no lo era, pues había sido expulsado de la Armada el 26 de julio de 1936 por el Gobierno de la República), decía: En el ocaso de la guerra y luego en la posguerra hay que multiplicar este celo patriótico y esta obediencia ciega a Franco, haciendo de cada ciudadano un policía para que nunca haya más judíos ni rojos emboscados, sino simplemente españoles de corazón. Esto lo manifestaba uno de esos golpistas que tanto se esforzó para ganar, como cuando bombardeó desde el crucero “Canarias” a los malagueños que huían por la carretera a Motril.  Por cierto, todavía tiene varias calles y plazas con su nombre.
Y es que entonces todo valía. Sería después cuando hubo que hablar de “los judíos que salvó Franco” y olvidar, olvidar a toda prisa las burradas que se dijeron, como cuando su propio jefe de Prensa y Propaganda, Juan Pujol Martínez, escribía:
¿Contra quién estamos luchando los españoles? No es sólo contra nuestros compatriotas marxistas, ni contra la hez de las grandes ciudades europeas, fauna de puertos y arrabales fabriles,  piojería de los slums y de los barrios malditos, ni contra la vasta y triste Rusia. O, mejor dicho, no es contra todo eso solamente. Empujando a esas hordas, alentándolas, dirigiéndolas, está el Comité Secreto Israelita que gobierna al pueblo judío distribuido por el mundo, obstinado ahora más que nunca en dominarlo. En realidad, España está guerreando contra la Judería universal, que ya es dueña de Rusia y que ahora pretendía apoderarse de nuestro país.
Esta boquita cobraba todo su esplendor cuando se refería a nombres propios. Juzguen ustedes:
Por casualidad, también es un judío español –Fernando Ríos, y no de los Ríos, como el muy farsante suele firmar- el que trata de la colaboración en el aprovisionamiento de los rojos por parte del Gobierno de Francia, con otro pedazo de judío, León Blum, según se ha probado documentalmente. Rossemberg, el jorobado siniestro que es ahora el verdadero dictador de España. Judía y bien empedernida y hedionda esa alimaña de Margarita Nelken, venida aquí de un gheto alemán, con el padre buhonero. Judío es Companys, descendiente de judíos conversos, y no hay más que verle la jeta para comprenderlo, sin necesidad de más exploraciones en su árbol genealógico. Judío es Indalecio Prieto, bien que lo ignore…
Y esta bilis la echaba fuera una persona que murió amortajada con el hábito franciscano. No se si entonces se conocía la regla franciscana que dice:
Aconsejo, amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo a mis hermanos que, cuando van por el mundo, no litiguen ni contiendan de palabra ni juzguen a otros; sino sean apacibles, pacíficos y mesurados, mansos y humildes, hablando a todos decorosamente, como conviene.
Eran los buenos tiempos, cuando el escritor Cristóbal de Castro se burlaba de los judíos apiñados en Lisboa para huir de Europa, cuando Felipe Cortines Murube llamaba a Ángel Pestaña esbirro de Judá, cuando Eugenio Montes añoraba su querida Praga libre de la roña judía, cuando el escritor Luis Araújo daba las gracias a Franco por haber salvado la civilización cristiana de la barbarie comunista: judía y asiática, es decir, la más espantosa de todas las barbaries, cuando José Antonio Jiménez Arnau veía en cada ciudad alemana una Jerusalén que chupaba su sangre o el periodista César González Ruano (del que la Fundación MAPFRE mantiene un prestigioso premio con su nombre) aplaudía de forma entusiasta las medidas de Mussolini expulsando a los judíos de la enseñanza, porque para él no eran sino los envenenadores de la juventud. ¡Qué gran periodista González Ruano!, y qué gran fascista.
Cuando las bandas armadas de Franco ocuparon Barcelona, el escritor y periodista Enrique de Angulo hizo todo lo que pudo para alentar la persecución de los judíos de la ciudad. Decía este moderno inquisidor:
La colonia israelita de Barcelona tenía, además, constituido su tribunal rabínico. Sin perjuicio, claro es, de someter al resto de los ciudadanos no judíos al suplicio alucinante de las checas y de los tribunales populares.
Porque es lo cierto que la dominación sefardita tiranizaba toda la ciudad y su influencia y el maleficio de su maldad se extendían por todas partes. Judíos fueron los que idearon y realizaron los tormentos del S.I.M. rojo; que han batido el record mundial de refinamiento de la crueldad.
Decía el “conservador” ABC: En Viena han sido expulsados de la abogacía setecientos veinte abogados judíos. La medida se halla inspirada en un legítimo derecho de defensa. El virus israelita arteramente diluido en el comunismo, en el marxismo y en la masonería, es el que ha contagiado a las sociedades modernas, infestando a las llamadas democracias […] El camino a seguir, se halla claramente marcado.
Cuando el Gobierno de la República se marchó hacia Valencia, decía el escritor López Prudencio: en este peregrinaje hacia Levante, que deben presentir primera etapa de su éxodo al lejano Oriente, donde desaparecieron ya los helenos y los apóstoles cuyo arte, cuya filosofía y cuya fe, integraron la civilización cristiana y donde ahora viven los cosacos bárbaros y los judíos protervos que colaboran en el siniestro intento de aniquilar esa civilización. También este hombre tiene calle puesta en Badajoz, como Dios manda, y hasta premio de comunicación con su nombre, que lo paga la Diputación.
¡Que viva España cada vez más grande! ¡Viva Franco, que al frente de nuestras tropas acabará con la esclavitud ruso-judía! gritaba Millán Astray en Salamanca, de la misma forma que Alfredo Kindelán, otro jefe de la militarada, decía en el homenaje a la nazi Legión Cóndor y la fascista Ala Littoria: luchamos contra el comunismo, la masonería internacional y los judíos, y les vencimos con la ayuda del Altísimo y de la Virgen María.
Tus adornos y tus arreos no pueden ser las modas inmundas de la Francia judía y traidora, sino el recato y el pudor de la moral cristiana… Así rezaba el manifiesto a la mujer de la Unión Diocesana de Mujeres Católicas.
Los diabéticos de Córdoba se debían a la huella que dejó la población judía antes de la expulsión, y el hambre de la posguerra, por si no lo sabían ustedes, lo produjo la lucha de tres años contra el contubernio judaicomasónico internacional. 
Se podría llenar este artículo de perlas y citas textuales de muchos escritores, periodistas, militares, poetas y “prohombres” desahogando su racismo. ¿No se habían enterado ustedes que eso del antijudaísmo del franquismo era propaganda marxista, como algunos dicen todavía? Nada como aquellos tiempos.
Ahora el Gobierno va a incluir en el currículo escolar el estudio del Holocausto judío, lo que no está nada mal. Pero, la pregunta es obligada, ¿resultará que los animales eran solamente los nazis? Estudiar el Holocausto sin estudiar el fascismo no serviría de nada, obviamente, de la misma forma que estudiar el fascismo en nuestro país sin conocer el franquismo sería una estafa al conocimiento.
¡Viva el olvido!
“La repugnante raza judía” fue publicado por el historiador e investigador José María García Márquez en el periódico Luz de Levante.

mércores, 30 de outubro de 2013

A memoria de Vilagarcía, en dez mil fotografías



Hai case cinco anos botou a andar o blog O Faiado da Memoria, co obxectivo de dar a coñecer e difundir o traballo realizado pola asociación homónima e polo Arquivo Social da Memoria, dependente da Concellería de Cultura do Concello de Vilagarcía de Arousa. Nese momento o proxecto xa contaba con máis de sete mil fotografías antigas da Illa, Catoira, Baiona, Gondomar, Oia, Cangas e, sobre todo, Vilagarcía. O blog naceu para amosar ese tesouro, e para animar á participación dos veciños e veciñas da comarca, tanto enviando máis imaxes (dende entón publicáronse case tres mil máis) coma comentando e incorporando información e lembranzas ás imaxes que periodicamente se van publicando. "Este é un espazo aberto a participación, non só un escaparate do traballo realizado. Tamén é unha porta para poder pasar, deixar o comentario sobre as imaxes que vamos colocando, as impresións ou recordos que lles traen, a identificación das mesmas, a correción dos datos que figuran nelas".
Este material fotográfico, destacan os seus responsables, "representa o noso pasado e tamén a nosa intrahistoria que, tal como dicía Unamuno, é aquela historia que transcorre pero que non reflexan os medios de comunicación. En suma: é a nosa vida". Así pois, atopamos paisaxes, actos oficiais, grandes eventos, pero tamén vodas, bautizos e comunións, festas, imaxes familiares, da escola ou do traballo. E non só fotografías, senón que o proxecto tamén recolle algúns vídeos, vellas películas que amosan o pasado, sonoro e en movemento. Cando os responsables da asociación contactan (ou son contactados) polos propietarios das imaxes, diríxense ao seu domicilio cun ordenador e un escáner para dixitalizar in situ as fotografías, evitando o risco de perda das mesmas.
En total o arquivo componse de 70.000 elementos gráficos, máis de 50 horas de gravacións orais en vídeo, películas en distintos formatos e datadas dende os anos 20 aos 60 (os anos setenta son o límite para a admisión de material). Os seus responsables levan realizadas seis exposicións temáticas, tres documentais e un festival de música co obxectivo de recuperar o son dos anos sesenta. Se cadra, o traballo máis interesantes dos realizados a partir dese arquivo é o documental Desde dentro do corazón, que consta de cinco historias a través das que se pode seguir a evolución de Vilagarcía ao longo do século XX, e que foi financiado a través de crowdfunding. Neste filme amósase, a través de imaxes do momento e de entrevistas realizadas na actualidade a algún dos seus protagonistas, a Vilagarcía mariñeira de comezos de século, a presenza británica até 1936, o afundimento do barco Cabo Razo ou a evolución do marisqueo.
Hai uns días O Faiado da Memoria puxo en marcha a súa nova web, que non só inclúe melloras estéticas, senón que incorpora novas ferramentas, coma a xeolocalización das imaxes a través de google maps, unha máis doada búsqueda por etiquetas e anos, e unha moi interesante opción de vincular unha fotografía antiga a Google Street View para advertir cunha soa ollada os cambios experimentados polas paisaxes urbás, "ás veces é para chorar, pero tamén para disfrutar", destacan. Polo de agora xa están incorporadas unhas 600 imaxes á nova web, que se irá completando nos vindeiros meses.
Outros proxectos en Galicia
Este non é o único proxecto existente en Galicia de construción dun arquivo fotográfico dixital, pero se cadra si é dos máis ambiciosos e cun percorrido máis longo. De igual maneira, os concellos de San Sadurniño, Rois ou Mesía son tres exemplos de municipios que realizaron unha campaña de recuperación fotográfica da historia das súas vilas e veciñanza. Na web do proxecto Fálame de San Sadurniño destácase que é “un espazo na rede no que simples fotos faladas cargan de sentido colectivo as vivencias individuais que, só en apariencia, semellan desconectadas”