luns, 17 de marzo de 2014

Aquella periodista menuda que entrevistó a Victoria Kent


Por: Ana Alfageme | 07 de marzo de 2014
Victoria Kent e Josefina Carabias, 1931
Una periodista, Inés García-Albi, se adentra en los libros de otra periodista. Unos textos cautivadores, firmados por Josefina Carabias, la menuda reportera del Madrid de la República, la primera mujer corresponsal española, la autora de unas singulares crónicas sobre fútbol, la subdirectora y columnista de Ya.
Así comenzó la historia de un documental que se estrena en televisión esta noche (Nosotras que contamos. Josefina Carabias y las pioneras del periodismo en España, 21.00, La 2, dentro de Imprescindibles) y que, partiendo de la trayectoria de la cronista de Ahora, el legendario diario de Manuel Chaves Nogales, narra los comienzos de la incorporación de las mujeres a las redacciones.
"Los textos de Josefina son divertidísimos y complejos, tenía mucha chispa, están llenos de doble sentido", cuenta Inés por teléfono desde Bilbao. De aquel entusiasmo de la periodista, de 47 años, surgió primero una investigación para un libro del mismo título (2007) y ahora el documental.
En una hora desfilan la única hija viva de Josefina, Mercedes Rico Carabias, tan pionera como su madre, pero en la carrera diplomática, y una veintena de mujeres que siguieron su camino. Desde Margarita Rivière, que le dio a Inés la idea del proyecto, hasta la decana de las periodistas Pilar Narvión. "Lo que me da mucha pena es que Pilar haya muerto sin ver el documental", lamenta Inés. El filme, de una hora de duración, se rodó en 2012, un año antes del fallecimiento de una de las cronistas de la Transición.
Quien no conozca a Carabias descubrirá con la película lo que la muchacha que escapó del pueblo (nació en Arenas de San Pedro en 1908) odiaba. Lo cuenta su hija Mercedes. Y su agitada vida en Madrid, donde estudió Derecho y abrazó el espacio de libertad del corto periodo republicano. Pateó la calle tanto para encontrarse con Pío Baroja o Valle-Inclán como para cubrir concursos de misses o emplearse en un hotel y descubrir las condiciones de trabajo del servicio. Y, sí, entrevistó a Victoria Kent, el mismo día de 1931 en que fue nombrada directora general de Prisiones. Josefina tenía 23 años.
Su carrera se vio interrumpida por el exilio (en París nació su primera hija, la también periodista Carmen Rico-Godoy, ya fallecida) hasta el oscuro regreso al franquismo con seudónimo. En 1950 recuperó su nombre, luego relató en sus crónicas la vida diaria de Estados Unidos y posteriormente, desde París, ese relato se volvería político. Regresó en 1967 como columnista. Murió en 1980, cuando las mujeres, en plena Transición, habían logrado introducirse en sectores antes masculinos, como la información política o varios niveles de jefatura.
En la película se trazan trayectorias similares pero más modernas con la voz íntima de grandes profesionales: desde la más joven, Lucía Méndez, redactora jefa de El Mundo, hasta quizá la más veterana, Pura Ramos, en activo con 82 años, entretejen un relato a base de entusiasmo, lucidez y anécdotas asociadas a la rareza que constituían y al machismo de una sociedad que retrocedió al caer la República. Ellas venían de provincias con ganas de comerse el mundo y les ofrecían las páginas de moda o la cesta de la compra.
Pero llegaron a todos los formatos y categorías: enviadas especiales (Carmen Sarmiento o Maruja Torres), corresponsales (Rosa María Calaf o Paloma Gómez-Borrero), cronistas deportivas (Mari Carmen Izquierdo, que en pantalla desmiente el mito de que ella entraba en los vestuarios de los futbolistas) o columnistas o directivas (Soledad Gallego-Díaz, Pilar Urbano o Covadonga O'Shea). Todas ellas reflexionan sobre un oficio que, como otros sectores, dista mucho de gozar de igualdad. Son muchas en las Redacciones, pero pocas en los despachos. Y así lo cuentan. El techo de cristal es blindado, dice una de ellas. El auténtico cambio, explica Riviére, será cuando las mujeres, desde los puestos máximos de poder, introduzcan cambios en la valoración de la información. 
"Todas están fantásticas. Llenas de vida y de curiosidad", cuenta la directora y guionista del documental. Lo simboliza, sobre todo, una emocionada Pura Ramos. Sonriente como una niña (y con 60 años de oficio a las espaldas) dice a la cámara: "Me gusta mucho mi profesión. Mucho. Me encanta".
En un momento del documental, Maruja Torres dice: "Todas nosotras venimos de un tremendo pavimento de cabezas de mujeres y nos pisamos las unas a las otras hasta sacar nuestra cabeza. Y así hasta que nos toque ser pasarela de la siguiente. Somos pasarelas para un mundo espero que mejor". Quizá por eso, como dice Inés García-Albi, ni una sola rechazó la invitación.

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